Filosofia del caos

martes, junio 27, 2006

La ciudad de los idolos II

Me siento fuera de mi, me siento pensando en nada y no me encuentro, ¿sera esto el origen de mi tragedia?, es que lo que me rodea siempre es un agobio, a veces pienso que soy un adelantado para la época, pero lo mas probable es que mi época ya alla pasado y solo llegué atrasado al mundo, aún no me puedo adaptar, así me muevo por el mundo, escarbo la tierra y no encuentro nada... ¿que puedo encontrar en una tierra corrompida?, quizás encuentre esperanza, pero solo escucho al hombre y no oigo nada, aun no me encuentro con alguien que este a la altura de la existencia, ¿sera una contradicción de mi existencia?, el valor de existir solo es calculado por la existencia, y nos movemos en paradigmas y axiomas muy delebles para aquello, todo lo que hemos construido en base a ídolos abstractos solo sera destruido alzando la voz y destruyendo la moral del hombre necio, ese hombre que no puede entender la esencia de mis palabras y las grandes palabras del hombre justo y superado, pues lo que hace ser al que pretende ser es entender el camino a su existencia, así entiende su negación, ¡el hombre es una eterna negación!, busque en las raíces y lo que se encuentra agobia mas que lo que te rodea y me rodea, me siento agotado de vivir, si la vida es una enfermedad, ¿acaso la debo combatir con sanguijuelas? ... pues las cúpulas de la sociedad, de mi sociedad no piensan en el cosmos, y se remiten a textos tan mitológicos como la biblia, ese pequeño libro que es la caja de pandora del mundo occidental, o para no ofender a todo el mundo occidental, el mundo occidental-cristiano, los mas oscuros deseos del hombre nacen y mueren con la biblia, pero el hombre necio no los a hecho morir y los esconde y los usa a su antojo, en las sombras se oculta ese ser oscuro, tardío, obtuso, o mejor dicho en términos coloquiales: sanguijuela, que se ofende con lo defendible, que fuma el puro de la vida y carcome lo que puede iluminar a algún corazón, ¿cual es la naturaleza del hombre necio, de la sanguijuela?, busca lo que ilumina pero lo esconde para que no ilumine a otros.
¿Qué le debo al mundo?, a veces se trata de retribuir lo que se tiene, ¿a quien le debo retribuir?, pues hasta el día de hoy he estado en este mundo por un poco mas de 21 años, pero solo estoy consciente mas o menos de los 10, solo tengo imágenes difusas de mi niñez, si tengo imágenes claras pero sin consciencia, entonces puedo decir que he vivido por 11 años en esta tierra, y he tratado de moldear una vida, como si fuese una tercera persona, pero de los que me rodean en general he recibido solo materia, materia lo digo como interacción física, pero no he recibido cosa grata de mis contemporáneos, ni de mis antecesores, ni siquiera de mis sucesores... solo he recibido de los antiguos, de los genios de la antigüedad, pero: ¿como llegue entenderlos?, ¿como pude entender las sublimes palabras de los antiguos?, si lo siento, lo se, lo entiendo, ¿eso es esfuerzo del mundo?, el mundo entrega palabras efectistas, argumentos retroactivos, sabiendo que cuando cale la palabra en tu mente, recibirían un beneficio no abstracto, osea material, efectista, pero inconsistente. Entonces le anuncio al mundo que esta en deuda conmigo, y con esos miles de contemporáneos que tratamos de entregarle al mundo duda y asombro, porque de los dudosos y los asombrados sera el reino de la tierra, ya que el reino de los cielos será de los pobres de espíritu. No estoy en deuda con el mundo, pero como lo dije si estoy en deuda con los antiguos, el eco de sus voces resuenan en mi, y espero tomar el legado y seguir expandiendo el eco de los transmigrados, de los que despertamos al mundo y no podemos despertar al resto, ¡sacudamoslos!.
Y grito: ¡Soy nihilista!, y no me niego a mi mismo; pero esto es una contradicción, pues no... esa es la esencia del nihilismo, negar todo menos a ti mismo y así afirmaras el resto, quien pretende aceptar todo, se niega a si mismo, porque rechaza su naturaleza y escapa a lo divino, a lo idolatrado, porque lo necesita, porque lo busca, porque tiene una compulsión fisiológica por la locura y el delirio... quien sabe que no es, será, porque la negación del yo, aceptara la existencia del yo. Entonces el hombre necio pone su voluntad a la disposición de el ídolo, porque sabe que el le dará lo que el no puede encontrar, ¡pero si ni siquiera a buscado!, porque se reconforta con lo que construye, con lo que le construyen, como si el a aportado a la gran obra del hombre actual, quien se jacta de la humanidad se reprocha a si mismo, porque no podemos reclamar al mundo, cuando no damos y solo recibimos, aunque tu ídolo te afirme, tu te retractas de ti y de la existencia. No todos somos libres, somos esclavos de la humanidad, somos ciervos del sistema, una eterna negación del hombre para el hombre, es el grito que se debe escuchar en los rincones del mundo, volvemos a nosotros mismos, vete de ti, para que busques la esencia del yo, y cuando vuelvas a la ciudad de los ídolos no te encontraran, porque estarás despierto y los ídolos no podrán someterte a su voluntad, porque no te harán esclavo de tus sentimientos reprimidos, porque te habrás liberado de ellos y ya no serán reprimidos sino vividos.
Todo lo que escribo o pueda escribir solo es el eco de voces antiguas y palabras leídas, solo puedo cambiar la forma de expresar, porque solo soy polvo en el viento violento de los nuevos tiempos, polvo que se esfuma en los oídos del hombre necio... puedo esperar que al ser escuchado, como un incomprendido seré visto, porque las voces extrañas son escuchadas con temor, por el que quiere preveer el ciclo del ser, para poder frenar sus ideas de cordura. Sigo parado en el mundo y no espero nada de él.
Que puedo crear que no se alla dicho, mi ídolo esta muerto y hay otro que esta moribundo, quizás algunos grandes sabios le han apuñalado y dejado medio desangrado, quiero matar todo ídolo que haga sucumbir al mundo en el pecado. Pues nada puedo crear, solo contemplar, y el valor de mi razón muere en las grandes frases, en las cosas sin sentido como esta... ¿y que es lo que contemplo?, pues contemplo lo que el hombre necio no ve, no oye, no huele, no siente y no saborea, pues todo lo ve en blanco o negro, nada tiene olor y todo es insípido, todo siente igual, pues dios es lo único real... ¿que quiere el hombre necio?, ¡el hombre necio quiere el cielo!, pues yo te doy el cielo, adorame...
Alguien entiende lo que quiero decir con mis palabras, quien puede juzgar mi razón, ¿existe el que sabe?, pues como nos movemos en esta ciudad, ¿como sabes mi saber?, ¿como buscas tu don?,¿como esperar resistir la negación del yo?... pues todo lo antes dicho y lo que diré es solo para mi, pero será para todos cuando el hombre necio deje de serlo y es la gran paradoja, pues muchos buscamos acribillarlo, y como lo defiende su dios no podemos acercarnos a él, que miedo me da el hombre necio, le temo, es un accidente y un accidente impredecible, le temo... Aquí yace la respuesta al mundo de mis contemporáneos, debemos el saber al saber, por lo tanto hay que negarlo para aceptarlo, es la simpleza ya predicha por Sócrates: "solo se que nada se y ni de eso estoy seguro", Entonces el debió negar su saber para poder aceptar que el sabia lo que sabia, pero debió buscar el como pudo contener su saber, como lo acepto, la gran pregunta es: ¿que se sabe cuando se sabe?, si lo que se sabe engaña a la razón y al saber predicho... pues no se puede estar en el todo y fuera de él, pues las cotas de la realidad no existen... y el hombre necio aún no acepta su razón que es existir sin razón... pues esta es la causa de su desgracia y de su divinidad...
He aquí el dilema del hombre, ¿ser existencia o saber existir?, pues el hombre necio solo existe, pues espera la respuesta de su existencia, afirmando su fe en lo que cree su fin, pues cuando logre su fin sabrá su comienzo y su proceso para llegar el fin, pero que importa el saber de la existencia si el fin esta cumplido, entonces el fin prometido corrompe al hombre justo y lo hace un necio, eternizando la afirmación de su yo en un eterna recta, es así como vive el hombre: camina por esa recta, sin mirar a sus lados, pues ve al fin de ella la luz que lo ilumina, pero que ilumina su rostro, apagando y oscureciendo todo lo que a su alredor está... ¡y el dilema del hombre continua!; el hombre es existencia porque no sabe existir, no sabe lo que es, y no encuentra razón para saberlo, porque lo que sabe de su existencia afirma su fútil "ser existencia"; entonces aparece el hombre necio y confunde el "saber existir" con la moral, pues cree que si sabe existir afirmara su fin y su "ser existencia". Cuando existe una voluntad en la existencia del ser conciente se busca el fin en la conciencia de saber que tenemos el fin, pero el "saber existir" del hombre que pretende aceptar la moral como natural, acepta también la voluntad abstracta sobre nuestra conciencia. En definitiva el hombre necio no encuentra el dilema en tal cuestionamientos, para el hombre necio el gran dilema es tener tal dilema.
El hombre necio además de tener la fe de que existe el cielo y mas aún de que el lo habitara después de su muerte, tiene fe en el hombre, en el hombre necio, cree que todo hombre puede alcanzar las mas grandes cumbres. Pero para el hombre necio es una falacia contra el hombre, decir lo contrario, pero ya lo dije: el hombre necio no sabe existir... entonces ocurre que el hombre necio se reciente con el hombre superado. El hombre necio se afirma constantemente cuando no puede o no quiere comprender las palabras del hombre superado, el hombre superado esta mas alla del bien, del mal y del contexto del hombre, pues se a descontextualizado de todo vestigio del hombre, pero el hombre necio quiere estar inmerso en el bien y escapandose de todo mal, y su contexto es ser el contexto de ser lo que se es cuando se a impuesto tal existencia, somos la proporción de lo que el resto es, pero el superado es la proporción de su negación, el hombre superado no es entendido por el hombre necio, pues la elocuencia de las palabras ya pronunciadas no pueden ser vestigio del hombre, solo son el contexto de la decadencia del ser humano...
En el contexto del hombre... la existencia del ser humano no tiene un parámetro, tal parámetro debiera fomentar y formar la existencia del hombre, guiandolo por la recta de la divinidad, pues entonces se encuentra el parámetro justamente en lo divino, y divinizamos al hombre necio, pues el parámetro lo encontró en dios. Cuando se tiene un parámetro cuantificador de las cosas, tendemos a visualizar el ideal del contexto desde el parámetro, entonces el hombre necesita acercarse a su ideal, sabiendo existir, como se supone que hay que existir desde dios y para dios, eso lo que los hombres llaman moral.
La bondad el hombre la define como la natural inclinación a hacer el bien, tal inclinación es posible cuando dentro del todo, existe una contraparte, si existe el bien, inherente a eso existe el mal; el hombre necio entonces crea su contraparte para poder afirmar su existencia y su inclinación, ya que si no existiese no podría ser bondadoso y solo seria lo que es, sin la cuota de divinidad que el pretende tener, así el mal, es lo que afirma la existencia del hombre... somos una contraposición, una contradicción, pues lo que nos hace ser lo que somos es a lo que nos debemos alejar, entonces la esencia del hombre reside en su contraparte, ¿debemos escaparnos de nuestra naturaleza?, ¿debemos afrontar nuestra naturaleza?. Los vicios son extirpados de la condición humana.
La tolerancia al hombre, destruye al hombre, ¿como nos superamos? si entendemos y acogemos el error del hombre en el hombre, no tolerar al hombre, es moldear al hombre, moldear al mundo, determinar a la sociedad... en una sociedad con los valores trastocados, donde la superación, la falta de necesidad, el desprecio por el vicio son castigados, sufriendo el mal entendimiento, no hay nada peor que ser mal entendido, en general se es menospreciado o lo que es extrañamente aterrador sobreestimado, ser sobreestimado es el engaño del enemigo a tus instintos, se acoge la palabra, pero no se le entiende, no se le quiere o no se le puede entender, siendo el vicio de la ignorancia la causa de la tolerancia por el hombre; me aceptan, pero no me entienden... ¿como se tolera a un paria?.
Al no soportar los vicios en el arquetipo, los vicios en el ideal, en la idea de hombre, nos resultan repugnantes, nos repulsa tal noción de la realidad, tratamos entonces de anular tal aterradora idea rondando, que insulta la existencia del ser humano, como reafirmamos la idea del hombre en el hombre, como es posible tal noción de humano, como vicio, como defecto en el mundo y para si mismo, si el hombre supera al hombre, este muta en la antítesis del mismo, toleramos al hombre, aceptamos la existencia del mismo, aguantamos la vida como es, resignación ante el sistema impuesto, no logramos encontrar respuestas sumisas y a la vez absolutas, solo absolutos que anulan, que martirizan al ser, que lo agobian, que no lo dejan continuar con su fin... ¡la mano de Dios debe ser torcida para tener una idea sumisa y absoluta!.
¿quien entiende como entiendo?, no debe ser nadie que conozca, si fuese así no seria sobreestimado, solo valorado por lo que en realidad soy, me considero lo normal, entender lo que se debe entender, lo necesario para poder permitirse pensar, saber lo que soy, por lo menos saber que existe una conciencia que me ubica en el mundo, que me hace vivir y a la que no desespera el vació propio del hombre. Si me rehuyes es porque o me entiendes y no aceptas o no entiendes, no se cual de estas dos opciones hace al ser un obrero de la sociedad... pero pienso que lo mas probable es que solo este delirando, fanfarroneando con lo que no se, jugando con lo absoluto, con lo burdo, con lo ordinario... solo sabes lo que sabes porque crees que los sabes, si dejas de creer en lo que sabes niegas lo sabido, por tanto afirmas el descreimiento.
Y he hablado por años de la condición humana, esa cosa que cargamos y no aceptamos, ¿que diablos es la condición humana?, no es mas que la culpa de creerse divino... solo tenemos la condición de humano cuando la aceptamos, cuando creemos que existe en nosotros una voluntad mayor que la de ser lo que somos, creemos en la inclinación que nos tienta a la razón, a tener la conciencia de nosotros mismos... ¿vivir para entender o entender para vivir?.
Se debe tener una conciencia a cuerdo con los tiempos, la visión histórica empaña la conciencia, haciendo sentir adversidad
ante el suceso filosófico, ante el fenómeno que se llama transmutación de valores, que no se conlleva con la visión historia...
El valor que le da la historia al hombre por lo general es superestimado, la historia estudia la repetición constante del hombre, por tanto lo mas probable que la conciencia mal interpretada calce con otro algún momento anterior, alcemos la vista y alcemos la voz, anulemos la contemplación histórica... la sobre-valoración del hombre por el hombre destruye a este, ¡entiendan, La historia conforta a algunos, resguarda a otros y hunde al resto... !.
"Siempre tengo a la verdad del cuello, pero es tan escurridiza que a veces me asusto, pienso que me mira sigilosa en los recovecos de mi mente y que aguarda para destruirme en el instante en que baje mi guardia... pero estoy aquí fuerte, aferrado a la convicción de la nada, al abismo en el que muchos cayeron pero en el que aun veo, justo en la punta de mis pies el infinito... ese vértigo de convivir en constante transmutación, en constante combate, conmigo en primer lugar y luego con el mundo y el universo. A mi no me puedes destruir tan fácilmente, crees saber lo que sé pero no se puede comparar mi pasión con tu compasión, tengo la salvación del cielo y del infierno, no llegare a la eternidad de la fatalidad humana, ni conviviré con la desolación de ella. Solo sé lo que me destruye, y debes saber que no le temo, porque lo que me tiene vivo me salvara hasta el final, hasta el fin de mis días, quiero expresar todo lo que mi mente guarda y aguarda, porque el toque de la verdad llegara a los rincones mas desolados de las mentes humanas, quemando todo lo odiado por ella, por todo lo amado también, toda virtud Será destruida, todo dolor también..."